Hemos estado unos días en Tenerife y la hemos recorrido de norte a sur. Nos ha hecho un tiempo fantástico, el mar estaba para traérselo a Madrid y hemos comido de lujo. Nos hacía ilusión repetir los itinerarios que habíamos hecho mi marido y yo en el viaje de novios, pero esta vez acompañados por nuestro hijo, que llevaba seis años sin veranear con nosotros por sus viajes a Irlanda y EEUU. Os pongo algunas fotos, empezando por las del restaurante El Duende, en el norte, cerca de El Puerto De La Cruz. Estupendo.
El hotel del sur, Gran Hotel Bahía del Duque, en Costa Adeje, de película:




Sopas de miso y de boletus:
Pasta con gambas:
Sushi maki y otras varidades. Buenísimo:

Tempura de langostinos:
Carrilleras, deliciosas:

El postre, saquitos de chocolate, de muerte, repetimos:
Comiendo en El Mirador, en Los Abrigos. Te enseñan el pescado que han llevado los pescadores por la mañana para que elijas y te lo hacen a la parrilla con papas arrugadas y mojos. No os perdáis las vistas del restaurante. Fantástico:








Lapas a la plancha:


Candelaria y su virgen morena: 

Mar de nubes subiendo hacia El Teide:
En Los Roques, La Osa Preñada:
Éste no necesita presentación:













Una siesta en Las Teresitas después de la comida, imprescindible:


La playa Martiánez, al lado del hotel en el que nos hospedamos en El Puerto de La cruz, de arena negra, de película:
Mi hijo haciendo surf, aunque acostumbrado a hacerlo en California aquí lo encontraba más complicado porque las caidas eran sobre roca, y dolía...




Descansando de tanto ejercicio:
Icod De Los Vinos y sus maravillosos árboles. Ficus:



Balconada típica canaria:
El drago milenario:







Por las noches, cuando estábamos en el norte, unos combinados en El Café de París, en el paseo marítimo, al lado de los lagos Martiánez:
En la playa de Las Teresitas, en San Andrés, comida en la Cofradía de Pescadores. Sama a la parrilla, pulpos a la plancha, papas y mojos:







Qué recorrido tan lindo por la isla. Bahía del Duque lo conozco, he estado varias veces allí (incluso mi pedida de mano fue allí...). Pero me queda pendiente el restaurante el Duende, tengo unas ganas enormes de degustar sus delicias.
ResponderEliminarMe alegro de que lo pasarais tan bien.
Besos.
¡Qué maravilla de tierra la tuya! Mi padre era de Santa Brígida, Gran Canaria, y desde Madrid la añoró toda su vida. La gente, además, amabilísima. Cuando parábamos a preguntar algo, casi se subían al coche con nosoros...
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