Ayer estuve viendo en el teatro María Guerrero la última representación de la obra Con Derecho A Fantasma (Questi Fantasmi!) del napolitano Eduardo de Filippo. Os dejo la información de notodo.com
El dramaturgo napolitano Eduardo de Filippo es capaz, con sus obras, de mezclar
con maestría los diálogos cómicos más hilarantes con monólogos dramáticos,
reflexivos e incluso filosóficos. Para poner en escena sus textos son necesarios
grandes intérpretes y un gran trabajo del ritmo, y el reto supone un gran
divertimiento para directores como Oriol Broggi. Tras la maravillosa
Natale in casa Cupiello, y tras haber pasado hace unos meses por su
espacio predilecto (la mágica nave gótica de la Biblioteca de Cataluña que
tan bien sabe aprovechar), Broggi trae al Teatro María Guerrero madrileño
Con derecho a fantasma (Questi fantasmi!), otra pieza de
Eduardo de Filippo. La propuesta no llega a ser tan redonda como
Natale in casa Cupiello, pero el gran trabajo actoral, especialmente la
presencia de los napolitanos Tony Laudiano y Giampiero Schiano, son
aliciente suficiente para convertir la función en una experiencia recomendable.
El argumento de Con derecho a fantasma gira alrededor de Pasquale, un
hombre amante de la buena vida que se traslada con María, su mujer, a un
viejo edificio en el que, a cambio de no pagar alquiler, tendrán que soportar la
presencia de unos supuestos fantasmas. La psicosis paranormal será la excusa
perfecta para que el portero robe a placer y para que el amante de María entre y
salga a su antojo. A partir de aquí, los enredos y la confusión están servidos. En
Con derecho a fantasma se da el juego teatral habitual de Broggi, amante de
la sencillez escénica y de la utilización de recursos del teatro popular. En este caso
el juego incluye la mezcla de actores catalanes e italianos que, por exigencias de
la co-producción que el espectáculo tiene con el Centro Dramático Nacional,
hablan en castellano, incluído el protagonista, Tony Laudiano. Este hecho hace
que el relato no sea tan fluído ni creíble como debería. A pesar de eso, la hilarante
interpretación de Laudiano, el extraño personaje de acento argentino interpretado
por un sorprendente Pau Miró y escenas maravillosas y divertidísimas, como la
entrada de la irritada mujer del amante con los gemelos, son capaces de convertir
la función en un divertimiento teatral muy recomendable. Pep Barbany 29-10-10
con maestría los diálogos cómicos más hilarantes con monólogos dramáticos,
reflexivos e incluso filosóficos. Para poner en escena sus textos son necesarios
grandes intérpretes y un gran trabajo del ritmo, y el reto supone un gran
divertimiento para directores como Oriol Broggi. Tras la maravillosa
Natale in casa Cupiello, y tras haber pasado hace unos meses por su
espacio predilecto (la mágica nave gótica de la Biblioteca de Cataluña que
tan bien sabe aprovechar), Broggi trae al Teatro María Guerrero madrileño
Con derecho a fantasma (Questi fantasmi!), otra pieza de
Eduardo de Filippo. La propuesta no llega a ser tan redonda como
Natale in casa Cupiello, pero el gran trabajo actoral, especialmente la
presencia de los napolitanos Tony Laudiano y Giampiero Schiano, son
aliciente suficiente para convertir la función en una experiencia recomendable.
El argumento de Con derecho a fantasma gira alrededor de Pasquale, un
hombre amante de la buena vida que se traslada con María, su mujer, a un
viejo edificio en el que, a cambio de no pagar alquiler, tendrán que soportar la
presencia de unos supuestos fantasmas. La psicosis paranormal será la excusa
perfecta para que el portero robe a placer y para que el amante de María entre y
salga a su antojo. A partir de aquí, los enredos y la confusión están servidos. En
Con derecho a fantasma se da el juego teatral habitual de Broggi, amante de
la sencillez escénica y de la utilización de recursos del teatro popular. En este caso
el juego incluye la mezcla de actores catalanes e italianos que, por exigencias de
la co-producción que el espectáculo tiene con el Centro Dramático Nacional,
hablan en castellano, incluído el protagonista, Tony Laudiano. Este hecho hace
que el relato no sea tan fluído ni creíble como debería. A pesar de eso, la hilarante
interpretación de Laudiano, el extraño personaje de acento argentino interpretado
por un sorprendente Pau Miró y escenas maravillosas y divertidísimas, como la
entrada de la irritada mujer del amante con los gemelos, son capaces de convertir
la función en un divertimiento teatral muy recomendable. Pep Barbany 29-10-10


Ayyy..Me preguntas por la foto de los panecillos...y es que no hay!! jajaja
ResponderEliminarTenía la receta preparada desde hace unos días, pensé que había puesto ya la foto y ahora resulta que no la tengo....¡¡qué cabeza la mía!!Pues nada, esperaré a hacerlos de nuevo para publicarla con foto....;)
Si te interesa aquí tienes la receta original
http://misrecetasfavoritas2.blogspot.com/2010/10/panecillos-chinos-de-leche-y-calabaza.html
saludos!
Muchas gracias, Macus. Eso le pasa a cualquiera. Bss
ResponderEliminarOtra vez me pones los dientes largos!!!
ResponderEliminarLas exposiciones, el teatro... ay Madrid...
Nuska,nos dejas con las ganas de verla,la verdad es que parece divertida y entretenida con esa mezcla de realidad y ficción¡¡¡¡
ResponderEliminarUn besito enorme.