Ayer estuve en El Teatro Real disfrutando de la ópera de Wagner El Holandés Errante. Fue un espectáculo maravilloso. Una ópera dramática en tres actos sin descanso, y os aseguro que las más de dos horas se pasan volando (nos pasaron un mensaje que nos avisaba de las dos horas y veinte de representación sin pausa. Puedes salir, pero no puedes volver a entrar...) La escenografía estupenda y la historia, dramática e intensa. La música y las voces, de lujo (los momentos del coro me encantaron)
Después, un Martini blanco con unas croquetas de jamón y una tosta de queso de cabra con cebolla confitada en La Taberna Del Alabardero, al ladito, la guinda perfecta.
Nuska que privilegio el Teatro Real nada mas y nada menos. Dicen que la Öpera o te gusta o no, nunca he asistido a un espectaculo en directo, imagino que debe de ser como el teatro que te engancha para siempre.
ResponderEliminarY de la Taberna del Alabardero que te voy a decir ¡¡¡ soy una fans de ellas, en verano nos gusta sentarnos en la puerta con esas agüilla que te cae refrescandote, una delicia y en invierno, dentro al fondo a la izquierda mirando por la ventana je je je, no sigo que me da morriña.
Felicidades por haber podido asistir a tan bonita representacion.
bsss desde Almeria
Muchas gracias por tu visita, Lola. Yo asistí por primera vez a la ópera el año pasado, y éste ya me animé con un mini abono de tres representaciones. Le tengo que agradecer la experiencia a mi amiga Rosa, que me hizo conocerlo. Bsts
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