Un coqueto restaurante especializado en bacalaos en la plaza de Vázquez de Mella. El local precioso, con distintos ambientes cuidadosamente decorados con arte y antigüedades, el servicio amable y muy profesional y la comida muy buena
Las botellas, en una curiosa disposición en la entrada ¡en el techo!
Aperitivos cortesía y un vino de Somontano que nos recomendaron y nos encantó
Los entrantes, brandada de bacalao gratinada y gambas al ajillo flambeadas con whisky, deliciosas
Bacalao al pil pil ,en su punto
Bacalao Club Ranero, un pil pil sobre vizcaína, muy rico
Y el postre, un tocinillo de cielo, muy bueno. Volveremos
No hay comentarios:
Publicar un comentario