Podemos considerarla la exposición más importante de la temporada:Impresionistas y postimpresionistas. El nacimiento del arte moderno, que presenta, a través de 78 grandes obras maestras del Musée d’Orsay de París, el desarrollo del final del impresionismo y del postimpresionismo.
En enero de 2010, la Fundación Mapfre dedicó una importante exposición al nacimiento del movimiento impresionista. La que ahora se presenta muestra lo que ocurrió después de esa gran revolución.
En enero de 2010, la Fundación Mapfre dedicó una importante exposición al nacimiento del movimiento impresionista. La que ahora se presenta muestra lo que ocurrió después de esa gran revolución.
La redefinición
Entre 1885 y 1900, a raíz de la gran revolución emprendida por los impresionistas, se produjo una gran eclosión de los lenguajes pictóricos de la modernidad. La concepción tradicional de la pintura saltó definitivamente por los aires. A partir de entonces, los grandes maestros del Impresionismo declinan su actitud combativa en favor de una modernidad más profunda y radical: Monet se retira a Giverny a la vez que comienza el trabajo en sus famosas series de catedrales, almiares o nenúfares. Renoir, por su parte, además de triunfar con sus retratos, comienza su definitiva reflexión en torno al tema de las bañistas.
El Impresionismo declina entonces en diferentes actitudes pictóricas, tradicionalmente definidas como post-impresionistas, que, en realidad, amplifican el talante del impresionismo, alentando su redefinición: el neoimpresionismo ahonda aún más en la división de los colores en la superficie pictórica; Cézanne profundiza en una actitud constructiva, con la intención de hacer del Impresionismo un arte para los museos; Toulouse-Lautrec se refugia en los bajos fondos, mientras Van Gogh lo hace en su locura, en un mundo donde el color ha ganado. Gaughin, por su parte, necesita huir hacia un mundo primitivo y verdadero, que encontrará, primero en Bretaña y, después, en Tahití, y los nabis, por su parte, protagonizarán, a través de una vida silenciosa, una huida hacia elinterior de sí mismos. Asistimos, así, a las grandes definiciones del arte moderno (sonbuenasnoticias.com)
El Impresionismo declina entonces en diferentes actitudes pictóricas, tradicionalmente definidas como post-impresionistas, que, en realidad, amplifican el talante del impresionismo, alentando su redefinición: el neoimpresionismo ahonda aún más en la división de los colores en la superficie pictórica; Cézanne profundiza en una actitud constructiva, con la intención de hacer del Impresionismo un arte para los museos; Toulouse-Lautrec se refugia en los bajos fondos, mientras Van Gogh lo hace en su locura, en un mundo donde el color ha ganado. Gaughin, por su parte, necesita huir hacia un mundo primitivo y verdadero, que encontrará, primero en Bretaña y, después, en Tahití, y los nabis, por su parte, protagonizarán, a través de una vida silenciosa, una huida hacia elinterior de sí mismos. Asistimos, así, a las grandes definiciones del arte moderno (sonbuenasnoticias.com)
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